

-El consabido
derecho humano a la autodeterminación.
-Lo poco práctico es
que España se divida teniendo en cuenta que la inercia es a unir esfuerzos y
por ese motivo la Unión Europea.
-El adoctrinamiento
de varias generaciones catalanas a través de la reescritura de la historia en
los libros de texto y la obligación de la lengua catalana.
-El hecho de que lo
ocurrido en Cataluña es un Golpe de Estado
-La preferencia por
solucionar las cuestiones a través del Parlamento, cuyos representantes
elegimos todos democráticamente para que se ocupen de nuestras cuestiones
políticas.
-Que para solucionar
los problemas hay que hablar y ponerse en los zapatos del otro. Esto me
recuerda “¿qué prefieres tener razón o ser feliz?
-Algo que creo que
no mencionó escritor e historiador, pero que en mí surgió gracias a sus
palabras es que la diferencia entre el problema catalán y el escocés es de
orden fascista ya que gracias a su mejor posición económica que muchas regiones
españolas, al catalán lo han educado con un sentimiento de superioridad.
-En cuanto a la
superioridad económica habría mucho que hablar, y esto también es mi reflexión
y que Elliot no tuvo en cuenta, desde
las inversiones y la concentración de industrias en esa región, olvidando
completamente a Andalucía, los medios de comunicación como que tuvieron
autopistas y autovías cuarenta años antes que en Andalucía, que el tren fue de
combustión en Andalucía hasta bien entrados los 70s, el olvido de los mejores
puertos del mundo por localización, como el de Algeciras en favor del de
Barcelona, sanidad, educación y un no parar de agravios a Andalucía y mal entendidos
desagravios pagados al pozo sin fondo de Cataluña que no conocemos haya
ocurrido en Escocia y el resto del Reino Unido.
Pero, para no confundirles con lo que siento,
que es un gran dolor de estómago, lo mejor es que vean la intervención del
profesor Elliot, es mucho más interesante pues está llena de conocimiento, de
talento y de lucidez moderada que nos invita a andar con los zapatos de los
otros para intentar entendernos. ¡¡Yo también tengo unos zapatos!!
I
II
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