martes, 24 de febrero de 2015

Tertulia Marbella Club: "En el Café de la Juventud Perdida" de Pactrick Modiano

    En la tarde de ayer nos reunimos un buen grupo de miembros de la Asociación de Mujeres Universitarias en la Champaing Room del Marbella Club. Tuvimos la visita de una aspirante con muchos méritos académicos y experiencia, que puede depararnos grandes momentos didácticos. Esperamos haberle gustado y que se quede con nuestro proyecto.

    La obra que habíamos elegido venía avalada por el mismísimo premio Nobel de Literatura y aunque alguna socia comentó que quizás no era el que más le había gustado de este autor, nos dejó una de las tertulias más interesantes de los últimos meses.

    Ante la complejidad narrativa la mayoría trajeron sus notas para expresar lo que realmente les había sugerido la publicación. Coincidimos en que es una obra de la memoria, que la memoria es el puente que pone en marcha “la ley del eterno retorno” de la que ya hablaba Nietsze. Y en que hay zonas neutras en todas las ciudades donde la bohemia comparte un espacio y al que se pueden unir personajes de todo tipo con la única condición de que estén perdidos en tránsito de búsqueda.
    El hecho de que la narración estuviera escrita desde cuatro puntos de vista, admiró a todas en especial a las que están en procesos creativos literarios. Quizás alguna socia notó que era más interesante la forma que el contenido. Hubo un sabor agridulce pues algunas creyeron que era genial la forma en que se presentaba a los personajes y de los que nunca sabíamos lo suficiente, lo que el lector demanda, como muestra de ese espacio temporal y físico, neutro que no se extiende ni se explica; por otra parte algunas compañeras hubieran agradecido un poco de más claridad con las historias personales de todos los componentes de la historia que queda en suspenso, pensamos que intencionalmente.

    Todo el mundo coincidió en la maravillosa cartografía de Paris a través de las descripciones de las caminatas de protagonista Louki y los demás narradores. La ciudad es sin duda un personaje importante en la narración. Nos recordó las obras de Fernando Pessoa sobre Lisboa o las de James Joyce en Dublín.

    El vagabundeo de Louki, sus huídas, su actitud lánguida y callada en el café de Le Condé la describen como un ser torturado, insatisfecho, que persigue una razón que no encuentra más que bajo los efectos de los narcóticos, su historia es existencialista y su final, esperado.

    En fin que nos congratulamos por nuestra elección de lectura que dio para una muy buena tertulia, que nos valió para analizar la existencia, la predestinación, los ambientes neutros donde cabe cualquiera y que marcan un etapa a la que sólo se puede retornar a través de la memoria. También apreciamos la original estructura contada en primera persona pero a través de diferentes narradores, conformando un tiempo-un espacio en el que se compartía la necesidad de presencia.

Ana E.Venegas

   


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