-“Niños del Polo
Norte”
-“Senda”. Senda 3 fue editado por primera vez en
1972 y formó parte del material didáctico de la editorial Santillana hasta como
mínimo 1982.Contenía una historia que se desarrollaba a través de los temas
pero incluía un poema o unos párrafos de obras como “Al Olmo” de Machado, “La
Nana de la Cebolla” de Miguel Hernández o Un trocito de “La Tesis de Nancy”,
que acabo de releer y resiste muy mal el paso del tiempo y algo del Quijote que
esta los está de aniversario de la Segunda Parte.
-Hay gente que no lo sabe, pero en la escuela redonda,
había una biblioteca, lo digo porque durante los recreos, la única niña que
había allí era yo. Allí me leí el Quijote y lo entendí, tanto me gustó que
luego se lo leía a mi hijo cuando era pequeño y mi marido que es un hombre de ciencias,
un inventor loco, decía que no éramos normales, lo que nos reíamos leyendo al
Ingenioso.
-Ya en el Instituto aprendía a leer a Juan Marcé, “Un día
Volveré”, “Últimas tardes con Teresa”.
-Me aficioné a la novela de detectives, Agatha Christie,
sigo teniendo toda la colección. Arsenio Lupin de Maurice Leblanc, era genial,
un ladrón de guante blanco que era imposible de coger, Shelock Holmes y
Lovecraft, por supuesto.
-Y no sé porqué pero esto desembocó en Poe, por el
misterio, aunque era otra experiencia de miedo. Terror al ser humano y a lo
desconocido, a la muerte, a la soledad, a los infiernos de la vida.
-Por aquellas descubrí los premios literarios, hubo un
libro que me obsesionó hasta que lo tuve, “Crónica Sentimental en Rojo” de Paco
Fernández Ledesma, novela negra de la buena, fue premio Planeta y me llamaba
como una tragaperras cuando la veía en la tele con su cubreportada roja.
- Luego, gracias a una maravillosa profesora que no quiero
desvelar porque me cargo la presentación, descubrí a García Márquez “La cándida
Eréndida y su abuela desalmada”, años más tarde leí “Cien Años de Soledad” y
descubrí porqué Pilar la mujer de Javier mi profesor de Arte llamaba a Ubrique
Macondo, menudos inviernos de lluvia!
-En la Facultad leí “Madame Bovary” en francés, aunque
cuando lo he disfrutado ha sido hace un año que lo he vuelto a leer en español,
con otro nivel de comprensión, no sólo por el idioma sino también por la edad.
-Almudena Grandes me llegó al alma de gaditana con sus “Aires
Difíciles”, fue una temporada que estaba viviendo entre Rota, el Puerto de
Santa María y San Fernando y me resultaban todo terrenos conocidos.
-Luego descubrí a Shakespeare. Me leí todo su teatro y los
sonetos en inglés aunque muchas veces hacía trampa y recurría a traducciones.
Las tragedias me gustan muchísimo más que las comedias, King Lear está de
absoluta actualidad, abuelos, personas mayores, no repartan su patrimonio antes
de su muerte, que puede que se vean sin patrimonio y solos. Y Macbeth me hizo
sentir miedo, lo tiré porque mi hijo no se ponía bueno. Los monólogos de Hamlet
son la belleza de la locura.
-Últimamente estoy muy ecléctica pero me decanto por obras
de calidad. “Las Memorias de Adriano”, “Julio Cortázar” “Un tal Lucas” me
chifla, muy surrealista, “Vila Matas” con el Impostor es genial, de repente me
leo la Regenta, que debe leerla todo el mundo, es una obra de arte. O
“Interperie” de Jesús Carrasco, una novela escrita ahora con unos escenarios
Deliberianos y una España dura.
- Y mis poetas, Simón Partal que es un Doctor en literatura
jovencísimo que va recitando poemas con la música de Cristina Rosenvinge y con
el que he coincidido en alguna porque frecuenta una casa de artistas que yo
también, La Plataforma Hubert en Estepona, José Manuel Caballero Bonald que
además tiene una prosa preciosista y maravillosa contando mucho en “Ágata ojo
de Gato”, Luís García Montero, el granaino afincado en Madrid, Cesar Vallejo.
- Y no me puedo olvidar de uno de mis libros de cabecera
“El Corazón de las Tinieblas” de Conrad o el Ulises de Joyce con el que me sigo
peleando, y sigo perdiendo todas las batallas.
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