
La clínica Buchinger Wilhelmi fue el
escenario que acogió la muestra de la particular artista abstracta Charlotte
Scheffel. Entre zumos sanísimos y agua mineral, un buen grupo de amigos,
amantes del arte y de la espiritualidad en el sentido amplio acudieron para
disfrutar de lienzos optimistas llenos de colores trasparentes que encerraban
mantras y otras oraciones.

Villa María, el nuevo edificio con el que
se pretende recordar a María Buchinger, es un escenario maravilloso para la
exposición de lienzos de gran y pequeño formato de la alemana afincada en
España, Charlotte Scheffel, iluminando un espacio neutro. Pero el tipo de iluminación
que pretende la artista no es sólo física, con esta conjunción de manchas
trasparentes, con estas profundidades de paraísos cromáticos, de naturalezas edénicas, ella, lo que
pretende es utilizar las manchas y sus diferentes longitudes de ondas para
crear estados mentales que puedan curar, pacificar, relajar, empoderar y
serenar el ánimo humano.


Esta profesora de arte del colegio alemán, licenciada en Bellas Artes por la universidad de Stuttgart, además, incluye mantras y oraciones que más que escribir, graba en los pigmentos,
sacando al exterior capas profundas de esas superposiciones de elementos que
también envuelven a la persona para complicarles la vida o para hacérsela más
completa, todo depende de cómo sean percibidos.
Estas pinturas preciosas son un todo en sí
pero se combinan y pueden ser un todo en conjunto, una aventura, una excursión
al bienestar espiritual. Para mí fue un momento delicioso en el que compartimos
con personas de una sensibilidad especial, con una educación refinada y
natural, con pasiones por sus empresas y con una generosidad digna de plagio.
Texto: Ana E.Venegas
Fotografía: José A.Correa
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