La tarde de ayer nos deparó un evento emocionante en la Red Penguin Art Galery de Adolfo y Loni. La inauguración de una nueva exposición y el desfile de los diseños de Esteban Freiría dieron brillo al Befree Marbella Gay Festival.
El nuevo espacio expositivo de la Galería en el edificio Guarniere a comienzo de la carretera de Ronda, está lleno de luz, motocicletas y autos de coleccionista. Este escenario moderno tiene un toque irreal, entre exclusivo y vintage. Siendo de por sí un espectáculo para los sentidos, se convierte en un proporcionador de momentos extraordinarios con las piezas de arte contemporáneo que los responsables de la galería eligen para su comercialización.
Podemos encontrar las esculturas más extraordinarias en cuanto a
temática, técnica y materiales junto a autos propios de los años veinte o
Ferrarys antiguos. Motos de la segunda guerra mundial se funden con las
ciudades fantásticas de Klibansky, los originales dibujos-collages de Rita
Martorel, las atemporales fotografías del prestigioso Dirk Karsten , las pequeñas
esculturas de fibra de vidrio de las posiciones del taichí creadas por Xie
Aige, o las figuras en resina lacada de Gong Dong. 
A mí me gustaron especialmente por la diversidad que encierran las
fotografías de Mónica Vázquez de Ayala y la proyección de las instantáneas de
Braden Summers, historias de parejas de todo tipo y de todo lugar del mundo con
una gran carga emotiva que colgarán de las paredes de esta galería en breve, como primicia por primera vez en España.
Por otra parte, como siempre, el evento fue un rotundo éxito de público
interesante, de artistas y amantes de las artes que comentaban sobre las obras,
el Festival y el espacio expositivo. Adolfo y Loni son valores seguros para la
elección de obras y la organización de eventos de este tipo, aciertan y no es casual,
es fruto de su formación y empeño en la tarea.
En cuanto al desfile de Esteban Freiría con su colección “Marbellazo” hay
que destacar el original, colorista y divertido trabajo de estampación de
sudaderas, cazadoras y bañadores, algunos de inspiración en los tatuajes. Los
niños pusieron la sonrisa más tierna en los rostros de los invitados con su
desparpajo y los mayores nos dejaron ver algo diferente de la aburrida moda que
se vende en los centros comerciales.
A todos los artistas, gracias por existir aunque a veces no nos dejen salir
de la maceta.Texto Ana E.Venegas
Fotografía Ana E.Venegas
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